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Famosa por su impresionante costa y playas vírgenes, la próspera ciudad de San Clemente, California, se enfrenta a una realidad impactante: se está quedando sin arena.
Conocida por su arquitectura de estilo español y su mundialmente famosa cultura del surf, San Clemente ha estado luchando contra la erosión extrema durante décadas.
Después de varios años de trasladar millones de kilos de arena y gastar millones de dólares, el “Pueblo Español junto al Mar” se quedó sin lugar donde conseguir su arena.
La situación de “falta de arena” se volvió tan desesperada que las autoridades comenzaron a explorar el Océano Pacífico en busca de una nueva fuente de arena, con la esperanza de encontrar un “viejo banco de arena”.
Los trabajadores transportan arena fresca entregada en barcaza a la principal playa pública durante un proyecto de reemplazo de arena a lo largo de la costa erosionada el 21 de mayo de 2024 en San Clemente, California.
Los trabajadores miden la elevación de la arena a lo largo de arena fresca durante un proyecto de reemplazo de arena
La semana pasada, el Concejo Municipal de San Clemente aprobó una medida de casi $800,000 que asigna a una empresa de ingeniería la tarea de encontrar millones de yardas cúbicas de arena para restaurar las alguna vez vastas playas.
Pero transportar grandes cantidades de arena a la costa es una tarea costosa que puede volverse aún más costosa si la arena está lejos del lugar de entrega, lo que crea una tarea aún mayor para la empresa de ingeniería.
Como parte de su plan para dar nueva vida a las codiciadas playas, la ciudad organizó dos proyectos de reabastecimiento destinados a entregar 1,5 millones de libras de arena a las playas locales, pero ninguno de los planes aprobó una fuente de arena, según un informe del 15 de octubre. Informe del Ayuntamiento.
Encontrar una fuente abundante de arena es vital para proteger la pintoresca ciudad costera, ya que se someterá a proyectos de reemplazo de arena cada cinco o seis años durante las próximas cinco décadas.
El trabajo en el aparentemente imposible proyecto de reemplazo de arena podría comenzar esta semana, ya que la investigación pagada con una subvención financiada por la Comisión Costera de California podría revelar una fuente adecuada.
Para financiar el costoso esfuerzo de la ciudad, ésta pedirá a los votantes en noviembre que aprueben un aumento de medio centavo en el impuesto sobre las ventas para pagar el reemplazo de las playas, entre otros elementos.
El administrador de la ciudad, Andy Hall, dijo que se espera que San Clemente gaste alrededor de $10 millones este año en proyectos relacionados con la arena, informa el OC Register.
Una excavadora transporta arena recién entregada a una playa pública en San Clemente como parte de un proyecto de reemplazo de arena.
Ubicada en el condado de Orange, San Clemente es una ciudad próspera conocida por su escena de surf y acantilados de arenisca, ya que la pérdida de arena en sus playas se ha convertido en un problema importante, y la erosión reduce en gran medida el tamaño de la costa.
Para financiar el costoso esfuerzo de la ciudad, ésta pedirá a los votantes en noviembre que aprueben un aumento de medio centavo en el impuesto sobre las ventas para pagar el reemplazo de las playas, entre otros elementos.
Ubicada en el condado de Orange, San Clemente es una próspera región metropolitana conocida por su escena de surf y acantilados de arenisca. Sin embargo, la pérdida de arena de sus playas se ha convertido en un problema importante, ya que la erosión reduce considerablemente el tamaño del litoral.
El tren Pacific Surfliner Amtrak también está en peligro, ya que ha cerrado cinco veces en los últimos cuatro años debido a una gran erosión. El tren de pasajeros de 350 millas recorre la costa del sur de California entre San Diego y San Luis Obispo.
La erosión es un problema que azota las costas de Estados Unidos, lo que deja a muchos especulando sobre la mejor solución al problema actual. Algunos investigadores cuestionan si mover arena es una forma sostenible de proteger las playas a largo plazo, especialmente a medida que aumentan los niveles del mar y tormentas cada vez más poderosas azotan la costa.