Un equipo de investigación conjunto que incluye al Dr. Franco Marcantonio, geólogo de la Universidad Texas A&M, investigó la fuente de contaminación por plomo en un glaciar tibetano y concluyó que la actividad humana ha introducido este metal contaminante en algunas de las regiones más remotas del mundo.
Los hallazgos del equipo, detallados en un artículo titulado “Fuente de plomo en el glaciar tibetano desde la Edad de Piedra”, se publicaron recientemente en Comunicación Tierra y medio ambiente.
La meseta tibetana, una vasta región montañosa de Asia, a menudo se conoce como el “techo del mundo” porque es la meseta más alta y más grande de la Tierra, ubicada principalmente en el suroeste de China, cerca del Himalaya, y aproximadamente cuatro veces el tamaño. de Texas.
Al analizar la capa de hielo de Guliya en esta región, Marcantonio y sus colegas, dirigidos por la Dra. Roxana Sierra-Hernández de la Universidad Estatal de Ohio, descubrieron que un rastro significativo de contaminación llegó al área a partir de 1974, con los niveles más altos de contaminación ocurriendo entre 2000 y 2007.
Al analizar las proporciones de isótopos de plomo en las instalaciones de isótopos radiogénicos de Williams A&M en Texas, Marcantino dijo que pudo rastrear la fuente principal de esta contaminación hasta las emisiones de la gasolina china, que contenía plomo hasta su eliminación gradual después de 2007.
“El plomo es una neurotoxina y su presencia en áreas remotas como la meseta tibetana muestra el enorme alcance del impacto humano en el medio ambiente”, explicó Marcantonio, profesor del Departamento de Geología y Geofísica y de la Cátedra Jane y Ken R. Williams '45. en Ciencia, Tecnología y Educación en el campo de la perforación oceánica. “Al examinar la contaminación por plomo en los glaciares, no sólo aprendemos sobre la contaminación en sí, sino que también obtenemos información valiosa sobre los patrones de circulación atmosférica y el momento del cambio ambiental”.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo midió las proporciones de isótopos de plomo en muestras de hielo de capas que datan de hasta 36.000 años. Estas capas de hielo sirvieron como registro histórico, permitiendo a los científicos comparar la contaminación por plomo moderna con los niveles preindustriales, al tiempo que proporcionaron una imagen clara del impacto de la actividad humana en el medio ambiente a escala global.
El trabajo destaca la importancia de comprender los contaminantes en ecosistemas remotos, que pueden tener graves consecuencias para la salud tanto de los humanos como de la vida silvestre. Mientras Marcantonio continúa su investigación, planea rastrear el movimiento del plomo a través de diversos entornos, incluidos los océanos e incluso el cuerpo humano.
“Todavía hay mucho que no sabemos acerca de cómo el plomo y otros contaminantes se mueven a través de nuestro medio ambiente”, dijo Marcantonio. “Al seguir estos caminos, esperamos comprender mejor cómo los contaminantes se propagan y afectan a los diferentes ecosistemas, lo que en última instancia podría ayudarnos a encontrar soluciones para reducir la contaminación y proteger la salud humana”.
Más información:
M. Roxana Sierra-Hernández et al., Fuentes de plomo en el glaciar tibetano desde la Edad de Piedra, Comunicación Tierra y medio ambiente (2024). DOI: 10.1038/s43247-024-01724-w
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Universidad A&M de Texas
Cita: Geólogo ayuda a rastrear la contaminación por plomo en el glaciar tibetano, revelando el impacto global de la actividad humana (2024, 10 de octubre) recuperado el 18 de octubre de 2024 de https://phys.org/news/2024-10-geologist-track-pollution-tibetan- glaciar
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